Sueldo ético, descontento social y las Pymes
Fecha | : 12/09/07
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Preocupante situación la del descontento social.
Por una parte se instala en la discusión nacional el problema de la mala distribución del ingreso, lo que es real, y por la otra sueldo ético e incremento del sueldo mínimo.
Preocupante escenario para las Pymes. Por una parte entendemos el problema social, pues desde hace décadas somos parte de el. Por la otra, descontento social, agitación, paros, falta de productividad, no hacen más que poner mayores dudas en el escenario y naturalmente disminuir los ingresos.
Hablar de sueldo ético, cuando la desocupación recién afloja, toda vez que la inserción laboral femenina aún no es tan fuerte como en países desarrollados, nos parece peligroso. Más peligroso si consideramos que el encarecimiento de la mano de obra y la poca flexibilidad laboral, impiden mayores contrataciones, toda vez que los gastos e inversiones que hay detrás son tremendamente incidentes en nuestro rubro. Estamos hablando de sumar a las imposiciones e impuestos, vacaciones y eventuales gastos de indemnización de un sueldo por mes de trabajo en caso de despido por necesidades de la empresa.
Muchas Pymes necesitan más personal pero no pueden arriesgarse a quedar atrapados en esa inversión si el futuro es incierto. Las grandes empresas pueden hacerlo pero no las Pymes. Esto significa que antes de crecer debe estar seguro de que no deberá achicarse en el futuro, ya que contratar en las condiciones actuales podría significar gastos que ponen en peligro el negocio y la fuente de trabajo miles de personas, o bien de quedarse con más dotación de la necesaria y por ende incurrir en gastos mayores a los que puede soportar.
Ante esta disyuntiva, parece mejor disponer del mínimo de empleados y sólo contratar cuando la situación prácticamente desborde a toda la organización, con el consabido stress laboral, recarga de trabajo, tensión entre empleado y empleados.
Una pequeña empresa, si tiene sólo 2 empleados, por ejemplo un matrimonio, por ley debe tener un baño para hombres y otro para mujeres. Está claro que las autoridades no piensan en nuestro sector cuando dictan las normas.
Urge una ley laboral que discrimine exigencias por el tamaño de la empresa. Urge derogar la indemnización por año de trabajo y flexibilizar las leyes laborales. La idea es incrementar la fuerza laboral y dar seguridad de la fuente de trabajo sin recargar a las ya castigadas Pymes.
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