¿Es Chile un país de derechos más no de deberes?
Fecha | : 6/09/06
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Estamos en la era de los derechos, de eso no hay dudas. Pero, ¿Qué sucede con las obligaciones?.
Vivimos en una sociedad que no siempre logra entender que los deberes son tan importantes como los derechos, puesto que nuestros deberes son el respeto a los derechos de otros y, naturalmente los deberes de otros vienen en respeto a nuestros derechos.
Así, una sociedad que únicamente se acostumbra a exigir más no a dar y respetar, sencillamente estará condenada a la mediocridad y desconfianza, ambas paralizantes del desarrollo, tanto personal como institucional, empresarial, etc.
Como empresarios, debemos respetar los derechos de los trabajadores, cumplir con sus leyes sociales y facilitar ambientes de trabajo favorables para un entorno tranquilo y productivo. Así mismo, como trabajadores debemos aportar llegando a la hora, siendo productivos y leales con la empresa que nos proporciona una fuente laboral estable.
Sabemos que empleados insatisfechos son poco productivos, por lo tanto, hacen que las empresas sean menos rentables e incluso improductivas. Esos trabajadores no hacen más que boicotear su propia fuente de trabajo. Por otra parte, un empleado productivo, leal, eficiente, colabora a mejorar el resultado de su empresa, tanto financiera con ambientalmente, y por ende permite que los tiempos de los administradores sean empleados en asuntos más rentables que en el control. Ello puede inducir a un mejor ambiente de trabajo y naturalmente a mejores remuneraciones de sí mismos.
Los empleados que ven sus derechos vulnerados disponen de eficientes medios de fiscalización que los apoyan. Sin embargo, los empresarios que ven sus derechos vulnerados no pueden hacer mucho más que reemplazar a sus malos elementos, inclusive mediando onerosas indemnizaciones, muchas veces injustificadas.
Nuestra propuesta no es la de endurecer o defender posiciones de un lado u otro. Definitivamente en nuestro país hay buenos y malos empresarios, y hay buenos y malos empleados. Queremos un país justo y equitativo que aproveche las grandes posibilidades que tiene de surgir. Más, si no entendemos que derechos y deberes, tanto de empresarios como de empleados deben ser respetados de igual manera, difícilmente podremos crecer con igualdad y confianza. Nuestra sociedad se caracteriza por empleados y empresarios que parecen desconfiar de ellos mutuamente y esto es producto de que todos queremos que se respeten nuestros derechos pero no siempre estamos dispuestos a pensar en los derechos de los demás, sean estos personas, empresas o instituciones.
Una sociedad egoísta tiene pocas posibilidades de surgir y de crecer con igualdad. Sus actores gastan muchos recursos en defenderse de los derechos de los demás, más aún si sienten que invaden o no respetan los suyos. Nosotros proponemos que cada cual se ocupe de sus derechos y deberes para que en forma conjunta tiremos el carro hacia delante. Queremos menos controles y más generosidad. Como bien reza el dicho, los derechos de unos terminan donde empiezan los derechos de los otros.
Voltaire dijo "No estoy de acuerdo con lo que dices pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo."
Tolerancia, generosidad y responsabilidad. ¡Adelante Pymes de Chile y sus trabajadores!
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